¿Quién soy?
Soy Asun Arias, farmacéutica de cuna, de profesión y por pasión.
Experta en gestión por categorías y en formación de equipos de alto rendimiento desde hace casi tres décadas.
Mi foco está puesto en la dermofarmacia y en la micronutrición, asistiendo a farmacéuticos de toda España a crear un servicio de atención dermofarmacéutico y al acompañamiento a la mujer en el climaterio; ambas actuaciones basadas en el conocimiento, el rigor científico y el amor por las personas, pero siempre desde una visión holística; es decir, centrándome en el ser humano como objetivo principal.
Estudiosa incansable, curiosa empedernida y amiga de sus amigos; fuerza y pasión en estado puro.
¿Qué he hecho para estar donde estoy ahora?
- Trabajar 12 horas diarias, 365 días al año. Este es un trabajo “de pico y pala” si se lleva a cabo con verdadera pasión.
- Observar concienzudamente y pararme a entender qué es lo que el usuario necesita, identificar la necesidad, y a partir de ahí, desarrollar las ideas con el objetivo principal de solventar el problema. Cada persona busca la mejor forma de satisfacer sus necesidades a través de soluciones personalizadas, por eso trato de anticiparme a cualquiera de sus exigencias sabiendo cuales son sus expectativas, deseos y desafíos. Quizás por este motivo recuerdo una frase que siempre me gustó: “el que da primero da dos veces” porque habla de la importancia de adelantarse a los acontecimientos para conseguir mejores resultados.
- Mantener mi objetividad y mi esencia por encima de todo y de todos, me refiero a vivir con dignidad, en absoluta libertad y sin ser controlada por otros. También me viene a la memoria la célebre frase de Emiliano Zapata: ˝prefiero morir de pie que vivir de rodillas”.
- Reforzar desde el coaching (soy coach desde 2006) aspectos tan importantes como mantener mi paz interior. Pienso que la vida es demasiado corta como para focalizar mi atención en propuestas y opiniones que no son útiles y que no favorecen en nada nuestro crecimiento personal, de hecho este tipo de opiniones (ahora tan de moda en RR.SS.) nunca me afectaron, por eso trato de mejorar el tratamiento de las críticas desde un aspecto totalmente constructivo, comunicando de forma asertiva para evadir los golpes bajos; no obstante, mis amigos y mi familia son lo mejor de mi vida y estos, SÍ ME IMPORTAN Y MUCHO.
- Amar a las personas por encima de todo y ocuparme de sus necesidades.
¿Qué he aprendido durante el camino?
- Que hay personas capaces de dejarse convencer, sobornar o intimidar muy fácilmente, lo que coloquialmente se define como “venderse por un plato de lentejas” pero no es mi caso.
- No se puede decir todo lo que piensas. Si no es bueno, verdadero o útil, NO LO DIGAS.
- El tiempo pone a cada uno en su sitio.
- La envidia es la lacra de la humanidad y si cada cual se centrara en lo suyo en lugar de en lo ajeno, este mundo sería mucho más interesante.
- El esfuerzo y la constancia tienen su recompensa.
- Hay que dedicarse a lo que uno ama, PARA NO TENER QUE TRABAJAR NI UN SOLO DÍA.
¿Qué no haría de nuevo?
Nada. Estoy aquí por lo que soy y los errores son campos de entrenamiento. Sin ellos no se puede crecer y yo quiero llegar a la exosfera.
¿Qué haría antes?
Nada. He hecho lo que he querido hacer en cada momento de mi vida y ello supone un altísimo precio que he pagado, pago y pagaré encantada. Estoy en esta vida para ser feliz y cumplir mis expectativas, no las de los demás. Ser políticamente incorrecta no gusta a la mayoría. En mi caso, si bien no me favorece, me chifla cuestionar el orden establecido pero respeto al que opina diferente (de hecho no tengo que irme con él de vacaciones). Pienso que el orden establecido es algo conocido y cuestionar este orden implica la existencia de otros ordenes que a priori se desconocen. Por lo general, lo desconocido casi siempre asusta.
¿Qué recomiendo a las nuevas generaciones?
- Hay que tener claro el foco: pensar a qué quiero dedicar mi vida, que es lo que me apasiona y a qué estoy dispuesto a renunciar para alcanzarlo.
- Trabajo constante y disciplinado.
- Amor y respeto por las personas y en especial por las opiniones contrarias que son las que mejor te permiten crecer.
- Disfrutar cada segundo del día.